
LA VECINA CEBOLLA
Viví en un piso de estudiantes durante un par de años. Cierto día fuimos a hablar con el presidente de la comunidad de vecinos. Nos abrió la puerta una sonriente señora que nos dijo que su marido estaba cagando y que todavía tardaría unos minutos, por lo que nos invitó a pasar al interior de la vivienda.
Mientras esperábamos a que el presidente terminase de cagar, su mujer nos explicó, amablemente, que tenía puesta la lavadora en ese momento porque con la tarifa nocturna de fenosa le salía más barato y un centenar de historias similares.
Mientras hablaba y hablaba nos dijo una frase que merece la pena reproducir:
- Pues ya sabeís, filliñas, que cuando necesiteis algo, una bombona o una cebolla, podeis subir aquí, que aunque seais estudiantes podeis ser buenas personas.
A partir de ese día, siempre nos referíamos a esta señora como "la vecina cebolla"
Mientras esperábamos a que el presidente terminase de cagar, su mujer nos explicó, amablemente, que tenía puesta la lavadora en ese momento porque con la tarifa nocturna de fenosa le salía más barato y un centenar de historias similares.
Mientras hablaba y hablaba nos dijo una frase que merece la pena reproducir:
- Pues ya sabeís, filliñas, que cuando necesiteis algo, una bombona o una cebolla, podeis subir aquí, que aunque seais estudiantes podeis ser buenas personas.
A partir de ese día, siempre nos referíamos a esta señora como "la vecina cebolla"
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