lunes, mayo 29, 2006


¿VIEJA O PROSTITUTA?


Hace ya tres días apareció un bolso en el portal de mi oficina. Era un bolso negro, imitando piel, alargado y con una cinta corta. El típico que usan las señoras mayores.
Como nadie se lo llevaba, se me ocurrió que tal vez en el interior hubiese alguna dirección o teléfono de contacto con la dueña, así que lo abrí.
Dentro del bolso solo había un peine, unos polvos de maquillaje y ... un buen puñado de condones. Pero, es que ya no se puede se cívico!!!




¿POR QUÉ?

¿Es cierto que lo que me pasa a mi no le pasa a nadie? ¿Será verdad que la gente rara atrae a la gente más rara? ¿Por qué mi dentista me dice cosas como estas?:

- Yo lo aprendo todo a la primera, tan solo con que me digan las cosas una vez ya me sale todo bien.
- Cuando era adolescente no tenía ningun complejo.
- Si me tocas la pierna verás que está tan dura como esa pared.
- Cuando en clase de yoga hago la postura de la vela (cuerpo erguido sobre cabeza y hombros) las tetas me cuelgan a los lados como si fueran amigdalas.
- Las mujeres anoréxicas tienen las carnes flaccidas. ¿a ti te gustaría un hombre con las carnes flaccidas?
- Yo siempre tuve mucho carácter y eso da problemas ¿me entiendes?
Y lo que es mas importante ¿Por qué piensa que puedo responderle cuando me está taladrando una muela? o ¿Por qué cree que puedo ver a traves de la mascarilla lo que quiere que haga con la boca?, es más ¿Por qué se quita la mascarilla justo el tiempo necesario para enviarme un cocofrito* al ojo?

* Para los que desconozcáis la jerga, un cocofrito es una bolita
de saliva que sale de la boca de alguien para encontrar, lo que sin duda
será, un lugar mejor.

martes, mayo 23, 2006

LA FRASE

Extracto del libro "Patología de las construcciones" de Jean Blevot
Dos advertencias importantes formuladas por Eugene Freyssinet (padre del hormigón pretensado):
1º No se sube al cielo tirándose de los pelos. (No deben confundirse fuerzas exteriores y acciones internas)
2º Cuando se quiere colgar el sombrero en el perchero se coloca en la percha, ni encima, ni debajo, ni a la derecha ni a la izquierda. (Es preciso disponer en los puntos de aplicación de las fuerzas elementos resistentes capaces de transmitirlos).
LA HISTORIA MAS LARGA: EL CAP


Tuve una compañera que hizo el CAP y los viernes salía apuradísima, comía un bocata en el tren y volvía a casa de noche. Yo me burlaba de ella, le decía que yo no podría currar así, no entendía por qué se esforzaba tanto por algo tan inútil... y al final, voy y me matriculo. Soy gilipollas.

Las razones que me llevaron a cursar el CAP fueron:

1ª Soy gilipollas

2ª Cambio de opinión más que de bragas (no me malinterpretéis, soy una tía muy limpia)

3ª Culo veo, culo quiero.

Como además de ser gilipollas tengo capacidad de convocatoria, convencí a mis compis para que lo cursaran conmigo. Me dijeron que sí a la primera. Flipé. Comprendí que mi poder de convocatoria es nulo, ellas ya pensaban hacer el CAP.

Mientras me matriculaba estaba feliz. Otra vez era universitaria y podría tener una tarjeta universitaria de ¡VITRASA! el mundo se abría ante mi... podía ir a cualquier lugar (de vigo) a casi la mitad de precio uauhhh!!

La primera decepción llegó con el carné universitario. Cuando estudiaba en Coruña era tan pobre que me hice unas fotos muy baratas (más de 30 todas iguales) en las que salía con cara de lerda (la cara que tenía entonces). Utilicé esas fotos en todas las matrículas y fichas de mi carrera. Pasé 6 años de mi vida viéndome en esa horrible foto en todos los carnés universitarios que tuve (escuela, biblioteca, residencia...). Verme en esa foto habitualmente logró minar mucho mi autoestima. Cuando fui a recoger mi título sacaron mi expediente para cerrarlo definitivamente y allí estaba la maldita foto... grrrr. Y este es el verdadero motivo por el que nunca seré famosa, no podría soportar que esa foto viese la luz, en fin...

Lo que quiero decir (que me voy por los cerros) , es que me hice unas fotos especiales para la ocasión, es decir, unas fotos distintas (de las otras aun me quedan). Pues, todavía no me explico cómo, el carné me llegó con la foto de siempre, la horrible!! ES UNA MALDICIÓN!!!!

Superado el primer hándicap comenzaron las clases. Había muy buen rollito los primeros días con las compis, comíamos juntas, íbamos en el mismo coche... pero ellas estaban juntas en el mismo grupo y yo sola en otro aula (al final incluso me mandaron a un edificio distinto que ni siquiera estaba en el mismo campus), así que no me sirvió de mucho que se matricularan conmigo.

En mi clase todos iban en grupitos, como no tenía con quien hablar, no tuve mas remedio que prestar atención para no dormirme. Lo único que aprendí fue lo siguiente:

En el CAP intensivo no enseñan N A D A, porque al ser "tan pocas horas" los profesores tienen la excusa perfecta en la que escudarse para no preparar ni dar las clases. Se limitan a repetir una y otra vez "no esperareis aprender (INTRODUZCA NOMBRE ASIGNATURA) en tan poco tiempo" y entregan unas hojas con una relación de bibliografía obsoleta.

En los descansos me iba al aula de mis compañeras en plan "¿un cafecito?" pero la mayor parte de las veces tenían deberes, así que me iba a por cafes para todas y el recreo se me pasaba haciendo cola en la máquina de cafés. Durante ese tiempo solo dos pensamientos me invadían "haced los deberes en casa, guarras" y "seguro que la gente de mi clase cree que vengo sola y cojo 3 cafes para disimular".

Lo más raro que me pasó fue encontrarme una compresa en las escaleras cuando subía a por café. "Pues ya ves que cosa" pensarás, pero es que al bajar había un tampax sobre la compresa ??!! Estan locos los de ciencias de la comunicación!! Fijo que era una cámara oculta o un estudio sociológico!

El momento más embarazoso fue una clase en la que la profe nos hizo presentarnos ante los demás diciendo nombre, profesión y aficciones. La tipa se paraba mucho con todo el mundo (una excusa más para no dar clase), si te gustaba la música te preguntaba por una canción, si te gustaba la cocina por una receta, si te gustaba un deporte por los campeonatos... parecía estar de vuelta de todo, así que me propuse retarla y cuando fue mi turno dije que era aficionada a los juegos de rol. En vez de una distendida conversación, lo que se produjo fue el silencio. Podía ver a la mujer pensativa, paralizada, mirando al infinito. Mientras, notaba como poco a poco la gente se giraba hacia mi y me miraban. Al final la profe concluyó para sus adentros "si hablo, muero" y continuó con otro compañero, fue como un bautizo friki.

Finalmente, el momento más surrealista fue la conferencia de una logopeda que vino a enseñarnos a perder el miedo a hablar en público para lo que nos hizo levantarnos y dijo los siguiente (al pie de la letra):

- Abrid las piernas a la altura de los hombros y balancearos a los lados, relajaos y sentid como el peso del cuerpo baja hasta los pies, perfectamente en contacto con el suelo. Separad los dedos de los pies para ampliar la superficie de apoyo y mejorar el equilibrio. Ahora entreabrir la boca y pegar la lengua al paladar tocando las muelas de arriba y anchead el cuello como Pavarotti. ¡¡¿A que ahora os sentís mejor?!!!

P.D. Tengo que contar cómo conseguí el título, una odisea!
FUNCIONARIOS!!

jueves, mayo 18, 2006

HISTORIAS DEL PASADO

Hace ya muchos años, justo cuando nuestra relación acababa de empezar, ambos volvíamos a casa caminando. Llevábamos ya muchas horas a cuestas, horas especialmente divertidas pero agotadoras igualmente.
Con el objetivo de encontrar reposo para mis piernas y, ¿por qué no?, un abrazo para mis espaldas, me senté en un banco. Uno de esos bancos de piedra que hay en la calle Príncipe.
En el instante en el que me senté, recobre un poco de energía y al momento me di cuenta de que estaba sola. Busqué a mi alrededor, a un lado y al otro, arriba y abajo. La calle estaba vacía, no había nadie. Tampoco había un lugar en el que esconderse...
Lo sabía! después de tantos años sospechándolo, por fin me había vuelto loca, esta vez en serio. Había soñado despierta una noche mágica que solo había sido real en mi cabeza. Que dolor de corazón!. Además tengo que volver a casa sola! (no sé que será peor).
Apesadumbrada me levanté despacio y entonces ocurrió un milagro... ¡el salió de detras de la maceta! y... después de ocho años todavía no ha vuelto a desaparecer (no sé quién estará peor).

LOS ZURDOS TAMBIEN LLORAN

Cierto día, paseaba por la calle y me detuve frente al escaparate de una librería. Me puse a ver los libros que tenían expuestos y uno me llamó especialmente la atención. Era un típico libro de autoayuda que se titulaba Mi hijo es zurdo. Al momento comprendí que quien lo comprara sería obsequiado con otro libro del mismo estilo titulado Mi madre es puta.

viernes, mayo 12, 2006

EL CUÑASTRO

Hace unos días mi padre me contaba algo cuando empezó a no explicarse bien:
- Entonces el cuñado... bueno, el cuñado no, porque solo son medio hermanas, es decir... hermanas de solo una parte...
- Ah! hermanas solo de madre o solo de padre ¿no?
- Sí
- Entonces son hermanastras
- Sí, y el que te quiero decir es el marido de la hermanastra
- Claro, ¡el cuñastro!