miércoles, mayo 23, 2007


ALIEN VOLÓ SOBRE EL NIDO DEL CUCO



Hace años, cuando extrenaron Alien 3, le pedí a una amiga que me acompañara al cine a verla. A mi amiga no le entusiasmaba demasiado la idea, principalmente porque no había visto ni Alien ni su primera secuela.


Para convencerla le dije que no estaban demasiado relacionadas entre sí y que contándole la primera (la única que yo había visto) comprendería todo perfectamente.


De camino a la parada de autobús le fui contando la primera peli a grandes rasgos: - y entonces hay unos tíos que van en una nave por el espacio... y entonces va y aparece... y al final...


Todo parecía ir bien hasta que al final, cuando llegamos a la parada de autobús, termino de contarle la película y va mi amiga y me dice: - ¿y el Alien?


Me quedé así como en blanco mirando al vacío y entonces me di cuenta... ¡le había estado contando "2010 Odisea 2"! ¡Confundí a Alien con el Monolito y a Madre con HAL 9000! ¡vaya una mierda de friki!

jueves, mayo 10, 2007

EL COBRADOR DEL FRAC

Tengo unos clientes que son una pandilla de morosos asquerosos. Me pasé un año entero visitándoles semanalmente para cobrar sus facturas, que por supuesto nunca pagaban.

Su sistema de excusas tipo "es que" está muy bien estudiado, se nota que son profesionales: - es que no hay cambio..; - es que se acaban de llevar el dinero a la caja..., etc...

Hasta tenían el rostro de ponerse a contar un fajo de billetes delante de mi: -es que es para es para pagarle a otro proveedor... ¡MISERABLES!


Acabé poniéndome MUY seria y fue entonces cuando usaron la "excusa infalible": - es que somos unas mandadas, como tú... ¿Se puede revatir algo así?

Me rendí y opté por pedir ayuda al supremo: mi jefe.

Cuando llegamos allí, habló mi jefe, con su voz ronca de "fumadorempedernidoqueasusta": - ¿Dónde está el dueño? quiero hablar con él de un asunto. - A lo que respondieron: - El jefe se fue al médico, volverá más tarde - Otra típica, manida y falsa excusa.


Mientras esperábamos, mi jefe y yo, nos fuimos a tomar algo al bar. La camarera puso cara de sorpresa al ver una "extraña pareja" como nosotros. Además de la diferencia de edad, él es un señor muy alto y siempre va de traje y corbata (muy comercial); mientras que yo, por contra, soy bajita y traje, lo que e dice traje, nunca me he puesto.

Lo admito, no pegamos ni con cola, a su lado parezco una niña, lo cual en lugar de alegrarme me hace sentir ridícula.


Nos tomamos unos cafés y a la hora de irnos, va mi jefe y me dice que no lleva dinero, ¡que pague yo!. No es que me importara pagar, pero lo cierto es que en esa ocasión sentí vergüenza ajena y creo que la camarera también. Ya había puesto cara de extrañeza al vernos entrar , pero se notaba que le desconcertaba que de los dos fuera yo quien pagara la cuenta.

Saqué mi monederito de Pucca del bolso de la pantera rosa y pagué. Mi jefe ni se inmutó, está acostumbrado a ponerse en evidencia por sus propios méritos.


Finalmente los morosos nos pagaron, estoy convencida de que no tuvieron otro remedio, tan solo les quedaba por utilizar la excusa: -Es que el perro se comió los billetes.

viernes, mayo 04, 2007

SORPRESAS TE DA LA VIDA

El otro día quéde con una amiga y mientras esperaba por ella delante del portal de su casa, escuché la conversación de dos yonkis que también estaban allí.
Ambos vivian en el edificio de mi colega y estaban esperando una visita que tardaba en llegar.
Aunque la chica tenía un móvil, los yonkis decidieron utilizar la cabina de la acera de enfrente para llamar a su visitante que no acababa de llegar. En plena calle Urzáiz, una de las principales de la ciudad, el chico ayudó a la chica a cruzar, pero en lugar del tradicional paso de peatones, ellos prefirieron utilizar un nuevo sistema, que básicamente consistía en lo siguiente:
1º El chico se coloca detrás de la chica que pretende cruzar la calle.
2º Le ayuda a bajar el escalón de la acera.
3º Una vez sobre el asfalto, le dá un empujón cuando cree que hay espacio suficiente para cruzar.
4º Si hay suerte ella llega al otro lado de calle, pisa unas cuantas flores y ¡voilà! hoy ha salido bien.
Después de tanto sufrir para poder llamar, va el tipo y aparece justo cuando ella descolgaba el teléfono. No es que fuera tan simultáneo, es que ella tardó bastante tiempo en descubrir que parte del teléfono era "descolgable".
Los tipos le gritaron a la chica para que no usara el teléfono (me pregunto si llevaba monedas), así que ella intentó cruzar de nuevo para regresar al portal. Como tardaba, porque no tenía a nadie que la empujara, los tipos entraron en el portal.
Al final la yonki consiguió coger impulso y cruzó, pero de repente comenzó a mirar hacia todos los lados extrañada, girando sobre si misma, como si al cruzar la calle hubiera viajado en el tiempo. No sabía ni donde estaba, ni donde estaba su gente. Empezó a caminar calle abajo, avanzaba un poco, se paraba a mirar hacia arriba, y luego seguía bajando. Después vi como subía unos metros y finalmente la perdí de vista.
Cuando se dieron cuenta de que la tipa ya debía haber vuelto, los yonkis, salieron del portal y la buscaron sin mucho éxito. Uno de ellos decidió subir calle arriba. Pensé decirle que se equivocaba, pero no fui capaz, era como en una película, yo solo era una expectadora, no podía interferir.
Afortunadamente la chica consiguió llegar de nuevo al portal por su propio pie. Allí le esperaba su compañero, que curiosamente, era el mismo que estaba con ella cuando yo llegué. Naturalemente faltaba el que había salido a buscarla y empezarón a preguntarse donde estaba.
En ese momento me di cuenta, ¡era un déjà vu!. Yo ya sabía lo que iba a pasar, él la ayudaría a cruzar para llamar al tipo por teléfono, pero entonces, justo entonces... llego mi colega y me fui.