martes, junio 19, 2007


TIPOS DUROS

Una de mis tareas principales consiste en visitar obras de construcción. A lo largo de mi experiencia profesional he podido concluir que durante estas visitas pueden suceder acontecimientos harto sorprendentes.
Mi trabajo, para no entrar en detalles, consiste básicamente en pasear por la obra mientras observo como los demás trabajan, ¡mola!.
El caso es que la semana pasada sucedió uno de esos extraños acontecimientos. Mientras caminaba por una de las plantas del edificio en construcción, giré una esquina y de pronto sentí como algo se movía en el suelo y se oía un sonido agudo: iiiiii iiiiiii.
Sin pensarlo dos veces me aparté imaginando que entre aquellos papeles de periódico arrugados aparecería una rata asquerosa. Hay que ser muy cerdos para tener ratas en los pisos altos de una obra que aun no está terminada.
Me dirigí hacia las escaleras, pues no tenía ninguna intención de ver a un animalito tan distinguido por su capacidad para transmitir múltiples enfermedades.
Sin embargo, había algo en la escena que no terminaba de encajar: papel de periódico, suciedad típica de las obras... hasta ahí todo en orden. Restos de un bocata, botellita de agua... STOP
¿Desde cuando a un obrero le sobra pan del bocata? y lo que es más extraño ¿botellita de agua? ¿quién daría de beber a una rata?
Volví sobre mis pasos y con cierto temor me asomé a hechar otro vistazo al lugar. De pronto, de entre los papeles de periódico asomó un asqueroso... pajarito, medio desplumado con el pico tan abierto que no se le veían ni los ojos, bueno, bien mirado era hasta tierno.
Pregunté de quién era y reconocieron que lo estaban criando entre todos ¡que cucos!.
Sus padres habían anidado en la grúa torre y sus hermanos lo habían hechado del nido, cuando lo encontraron les dio tanta lástima que decidieron cuidarlo a pesar de tener herida un ala.-Hoy está mucho mejor- decían orgullosos.
Les dije que parecía espabilado, que solo aleteaba, piaba y abría la boca cuando alguien pasaba cerca de ella. Todos se sonrieron entre sí como diciendo - ese es nuestro pajarillo.
El gruista se acercó y cogió la botella de agua, pensé que se la hecharía en algún recipiente, aunque no veía ninguno por allí. Pero el hombre vació la botella directamente sobre la boca del pollito, creí que lo ahogaba, pero cerró la boca y engulló el agua tan rápido que daba miedo.
Después les pregunté que pensaban hacer con él y me explicaron que pensaban devolverlo al nido cuando estuviese recuperado. Luego bromeamos sobre que ahoran tenían un doble trabajo, si les pagaban un extra y esas cosas y después me marché.
Me fui de allí con una sonrisa en los labios pensando que, aunque presuman de ser tipos duros, son unos blandos. Sin embargo, cuando llegué a la oficina y empecé a redactar el informe correspondiente a la visita se me calló el alma al suelo, ¿y si mañana leo en los periódicos "Trabajador muere tratando de devolver un pollo lisiado a su nido"? ¿quien es la blanda?

P.D. Si buscáis pollo urraca en google os aparecerá esta imagen en la página 6. Nunca entenderé este tipo de relaciones.